Oye, yo lo dejo caer, por si hay alguien tiene los conocimientos suficientes y se anima a lanzar una «startup». Ya que la moda de los tatuajes sigue vigente, en unos años, cuando todo esto pase, se disparará la demanda para eliminarlos vía láser. Todo un gasto que tendremos que asumir desde el mismo momento en que nos hagamos un tatuaje. Por no hablar de lo doloroso que puede llegar a ser hacerse uno según en qué zonas de nuestro cuerpo hayamos elegido para lucirlo. ¿Para qué llegar a esa situación si podemos tener nuestro propio tatuaje de quita y pon? ¿Qué necesidad hay de pasar por las agujas para llevar con nosotros el nombre de nuestro hijo, nuestro futbolista favorito o ese símbolo tribal que no sabemos qué significa?

La tinta electrónica

La tinta electrónica es un invento estupendo que permite leer sin dificultad en un libro electrónico. Es una maravilla tecnológica. Las pantallas de tinta electrónica están formadas por tres capas, una con microtransmisores eléctricos, otra con un polímero y la tercera con una lámina protectora.

En el polímero encontramos una matriz de millones de cápsulas que están flotando en un gel que permite que sean estimuladas electromagnéticamente. Mediante esta estimulación, cada cápsula pasa a mostrar su cara blanca o negra, de manera que en la pantalla se representa un texto o gráfico.

La descripción de los elementos es la siguiente:

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Inventores, tomad nota

¿Por qué no hacer que esa pantalla se despliegue sobre nuestra piel (elemento 8) y pueda ser polarizada con el dibujo que nosotros queramos a través de un dispositivo externo? Vale, sí, hay muchas incógnitas a resolver, sobre todo pensando en nuestra salud. Pero, ¿no os parece que es más peligroso inyectarse tinta bajo la piel que tener una pantalla (pasiva, no consume energía eléctrica) sobre ella, y que puedas ponértela y quitártela cuando quieras? Sin cirugía, sin dolor, sumergible en el agua, transpirable, vamos sería el no va más.

En Thinkgeek tienen a la venta un artículo (no disponible aún) que se adapta muy bien a lo que nos imaginamos. Lo pusieron a la venta un 1 de abril, que es el día de los inocentes en USA. El cacharro se llama «MoodingINQ» y su descripción indica que es un sistema de tatuajes programable. Lamentablemente no incluyen el implante subcutáneo con el circuito de tinta electrónica, que tiene que ser adquirido aparte. Una pena porque el precio del programador es realmente atractivo: 149,99$

Otra broma conceptual, pero muy ilustrativa, es la de este vídeo de Youtube, donde llevan un paso más allá la idea: proponen que, sobre una app en tu móvil y vía bluetooth, se actualice de forma automática tu tatuaje. ¡Incluso podrías tener tatuajes con movimiento!

Está claro que si no es por el mundo de los tatuajes, tendrá que ser por algún otro ámbito como por ejemplo la salud, para que podamos ver avances significativos en el mundo de la tecnología wearable. 

Si queremos que nuestro tatuaje sea temporal, de momento nos tendremos que contentar con un tatuaje de henna, aunque tampoco está libre de riesgos.